2022(e)ko otsailaren 14(a), astelehena

Los tres filósofos

 Los tres filósofos


Juan José Angulo de la Calle








Sócrates quería saber y se dedicó a hacer preguntas.  Preguntaba de forma racional y exhaustiva acerca de los conceptos generales.  E.G. Los atenienses solían hablar de actos justos concretos y Sócrates preguntó acerca de la noción de justicia en sí.
 
Platón consideraba que los conceptos tenían cierta realidad porque en el mundo hay regularidades que se repiten; y consideraba que estas Formas o estructuras no proceden de este mundo terrenal porque en él todo cambia y deben ser, por tanto, copias de un Mundo Ideal en el que no habría cambios y habría estabilidad (Platón estudió con los formalistas y matemáticos pitagóricos, que consideraban que todo es matemático porque parece que puede medirse).
 
Estas Ideas se dislumbrarían por medio de la razón y la abstracción que las deduciría. De entre las Ideas, la que ordenaría las demás tendría que ser la Idea de Bien o Justicia porque ella da equilibrio a todo (al universo, a la sociedad y al ánimo).
 
Aristóteles criticó el Mundo de las Ideas. Señalaba que era falso porque es demasiado formal para ser real y porque es indemostrable.  Entonces, las Formas (o estructuras básicas) no se hallarían en un Mundo de las Ideas y tendrán que estar dentro de las cosas mismas.  Por medio de la observación se puede llegar a dar cuenta de estas regularidades porque la abstracción de la experiencia permite hacer generalizaciones e inducir lo que se repite.  Nihil est in intellectu quod prius no fuerit sub sensu (nada está en el intelecto que no estuviera antes en la sensación).

En cuanto al bien, no hace falta remitirse a un Mundo de las Ideas.  Se puede observar hacia qué tiene tiende el ser humano y qué se puede considerar, consecuentemente, que es su finalidad.  Las personas buscan la felicidad, así que éste será el fin o bien del ser humano.
 
Los placeres pueden llevar a excesos, así que la felicidad no se basará meramente en el placer por el placer.  Aristóteles considera que en el justo medio estará la virtud porque los extremos son dañinos y en el equilibrio, en cambio, se llega a tener más orden en la vida.  La virtud principal sería la prudencia porque es la capacidad de saber aplicar la norma general a las particularidades de los casos concretos.



Bibliografía:

 

 -Arana, J. R. 2001: Hacia un nuevo Platón. Barakaldo: Ediciones de Librería San Antonio.


-Arana, J. R. 2005: Balada de la filosofía y de la ciencia.  Barakaldo: Ediciones de Librería San Antonio.



-Arrieta, A. & Uribarri, I. (koord.)  (2008): Filosofiaren historioa.  Donostia: Elkar.


-Chátelet, F.  1967: El pensamiento de Platón.  Madrid: Editorial Labor.


-Diógenes Laercio 2007.  Vidas de los Filósofos Ilustres.  Madrid: Alianza Editorial.


-Havelock, E. A 2002: Prefacio a Platón. Madrid: Antonio Machado Libros.


-Platón (1971). El banquete. 
 Patricio de Azcárate (ed.). Filosofía en Español.
[Contsulta: 2019ko ekainaren 25ean]. Hemen igota:


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 Patricio de Azcárate (ed.). 
Filosofía en Español.
[Contsulta: 2019ko ekainaren 25ean]. Hemen igota:



-Platón 1994:  La República o el Estado.

 Barcelona: Edicomunicación.
 
 


-Schlanger, J. 2000: Sobre la vida buena. Madrid: Editorial Síntesis. 

-Russell, B.  2009: Historia de la Filosofía.  Madrid: RBA.

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