La comedia y el pensamiento
Juan José Angulo de la Calle
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/9/9d/Henri_Bergson_02.jpg
La comedia y sus efectos
La comedia podría ser calificada como oposición a la cultura en tanto en cuanto puede hacer uso de caticaturizaciones que resulten de tono vulgar, zafia y grosera.
Sin embargo, en muchos de los recursos de la comedia se hace uso del ingenio y se procura que el remate de la expresión jocosa sea deslumbrante. Por tanto, la comedia no tiene por qué estar confrontada al intelecto, sino que puede ser resultado de un uso lúdico del mismo.
La comedia, así, puede
fomentar la reflexión y el pensamiento, tanto por exigir en muchos casos
el uso del ingenio (aunque sea para entender la gracia expuesta), como
por mostrar en otras ocasiones nuestros propios defectos y hacer que nos
paremos a pensar en ellos.
Su
crítica a los defectos pueden servir para replantear la realidad. Los abusos del mundo pueden quedar expuestos por la caricatura de todo lo que es absurdo hasta el ridículo. Ella
puede denunciar las realidades absurdas de nuestra sociedad y hacer que
reparemos en ellas. Puede servir para hacer crítica, parodiando hasta
el ridículo todo lo que carece de sentido.
Además,
su crítica puede conducir a cuestionar a figuras autoritarias y de
poder, al reducir el miedo que pueden infundir por medio de ser
eliminada su imagen de gravedad y poder por ser minimizados por su
caricaturización, parodia y burla.
El
miedo que pueden infundir puede ser sustituido por la burla. La
compasión de la tragedia anula la comedia; y, al revés, la burla puede
quitar la severidad a cualquier figura, reduciéndola al mínimo de
consideración).
Comedia, ingenio y crítica
Si se tiene presente el Tractatus Coislinianus, atribuido a Teofrastro, la comedia sería un arte similar a la tragedia: https://cosmogono.files.wordpress.com/2013/08/tractatus-coislinianus.pdf
En la tragedia se da compasión hacia un personaje bueno pero responsable de su desgracia, se da una tensión por la pena que se siente por el protagonista y se da una catarsis o alivio final con la muerte final del mismo (con lo que se da el toque final de la pena y se termina con el cese del dolor de la víctima).
En la comedia, en cambio, no puede haber compasión hacia los personajes risibles, dado que impediría poder burlarse de ellos por tenerles pena. Sin embargo, al igual que en la tragedia se da un climax o tensión por las expectativas que se generan; y de igual manera se da un alivio de la tensión, al ver que lo que había sido atendido y dado importancia había resultado ser rídiculo al final.
En la comedia se puede redundar en la risa por medio de la sorpresa ingeniosa. La risa puede ser provocada por mostrar que lo que se estaba presentando redunda en algo diferente y ridículo, pese a lo presentado. Se puede deslumbrar al lector o espectador con algo inesperado, pero que no resulta extraño y que sorprende por no haber sido descubierto antes. La comedia puede ser algo inventivo e ingenioso.
Henri Bergson consideraba que la comedia se nutre de presentar personajes que son una distorsión del ser humano (una versión ridícula de ellos).
Consideraba que la vida humana es el constante cambio, dado que no está determinada (no se imponen leyes naturales) y que siempre está abierta a cambiar por la voluntad.
Los personajes de las comedias, en cambio, en muchas ocasiones, representan estereotipos inamovibles: son caracteres puros, cada personaje tiene un defecto del que no se sustrae, se mantiene en una forma de ser. Contrario a la vida humana, es un ser mecánico que siempre se comporta de la misma forma y que le vemos ver venir sus errores antes de que los cometa.
Como seres cuadriculados, resultan una versión paródica del ser humano, que está en constante cambio. Son una caricatura de seres humanos, una reducción de su condición libre, al ser presentados como seres impenitentes que cometen siempre las mismas faltas y que resultan ridículos por su obcecación.
De esta manera, la comedia tiene una finalidad moralizante: muestra a personajes con defectos que son puestos en ridículo y, así, animan a las personas que se ríen de ellos a no imitar sus faltas por el riesgo a acabar tan mal como ellos o parecer risibles para los demás.
Bibliografía:
-Aristóteles
2007: Poética.
Buenos Aires: Editorial Gradifco.
-Bergson,
Henri 2003: La
risa. Ensayo sobre la significación de lo cómico.
Buenos
Aires: Editorial Losada.
-McKenzie,
Alan 2005: Cómo
dibujar y vender cómics strips para periódicos y cómics.
Barcelona:
Aboitiz-Dalmau.
-Teofrastro 2013: Tractatus Coislinianus: https://cosmogono.files.wordpress.com/2013/08/tractatus-coislinianus.pdf
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