Juanjas Zaballa: Literatura filosófica: "Funes el memorioso"

Literatura filosófica:

Funes el memorioso

de José Luis Borges

Juan José Angulo de la Calle

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En este relato del gran escritor Jorge Luis Borges, se toca la filosofía de Heráclito, Crátilo y Nietzsche, que declaran que todo cambia; y, a la vez, se hace una gran reflexión acerca de las condiciones de posibilidad del pensamiento humano.

Heráclito había señalado que según la observación y comprobación sensorial todo cambia. No nos podríamos bañar dos veces en un mismo río porque a la segunda vez el río ha cambiado un poco su cauce y el observador es un tiempo más mayor. Todo tiende a la transformación y ella tiene que depende de unos procesos que deben darse en los seres para que haya modificaciones: es la lucha de opuestos. e.g. para que exista el arco como arco y funcione tiene que darse una lucha o tensión entre la cuerda que se tensa y arco que trata de resistir.

Crátilo llegó al extremo de negarse a hablar y a comunicarse señalando las cosas, debido a que los conceptos fijos o estables no podían dar cuenta de una realidad cambiante y, por tanto, inasible por las nociones abstractas.

Nietzsche recupera la interpretación de que todo cambia y señala que todo está en devenir, todo cambia y se haya en un proceso de transformación resultado de la lucha de intereses, la polémica, los conflictos y la pugna por el poder. Él critica a la metafísica tradicional que había designado que había unos conceptos fijos que dan cuenta de realidades regulares (e incluso eternas) y señala que dicha abstracción es una ilusión y un constructo inventado que no se corresponde con el mundo, que es a todas luces cambiante y conflictivo.

Funes es una persona que tiene una prodigiosa memoria. Puede recordar cada nimio detalle de todos los días de su vida. En esta circunstancia, Funes se encuentra incapacitado para generar conceptos abstractos y generalizaciones porque, desde su discernimiento, la única información que recibe son datos de seres que están constantemente cambiando y que no pueden encasillarse bajo nociones regulares y estables. e.g. Funes se niega a considerar que el perro de la mañana tenga algo que ver con el de la tarde, dado todos los cambios que ha tenido en el paso del tiempo.

De esta manera, Borges nos indica que, para que se puedan generar conceptos del entendimiento, se tiene que hacer un proceso de olvido: obviar las diferentes concreciones en el tiempo y no tenerlas todas en cuenta para poder establecer características comunes que perduren en el tiempo. Por medio de ellas, se puede clasificar a las especies y seres bajo unos rasgos regulares y tratables por conceptos generales y estables. Contrariamente a lo que había defendido Platón, conocer es olvidar, dado que la abstracción requiere el no contar con todas las concreciones y particularidades.

Este texto corto tiene una gran profundidad y es resultado de una reflexión acerca de la tradición filosófica occidental. Borges elabora un escrito literario que es todo un ejercicio de pensamiento; y lo transmite de una manera bella y atractiva en un relato que genera interés y deleita como obra de arte.