2014(e)ko maiatzaren 7(a), asteazkena

La defensa del masoquismo de Anita Philipps


  La defensa del masoquismo de
 
 Anita Philipps

 
Juan José Angulo de la Calle

 

https://es.wikipedia.org/wiki/BDSM#/media/Archivo:Victoria_Vendetta_red_dress_9.jpg

 

Técnicamente, el organismo libera endorfinas si se ve expuesto a determinados grados de dolor, dado que se activan las defensas corporales y se procura desplegar un anestesiante natural.  El propio cuerpo permite dar placer por medio de controladas agresiones contra uno mismo.  

 

Cada persona puede ensayar y experimentar para lograr propio gozo con el dolor y hacer que el sufrimiento que se sienta de serie (por depresión, ansiedad o angustia) cobre sentido y tenga una razón de ser como medio para lograr satisfacción en lo siniestro y en el horror.

 

 

El masoquismo según Anita Philipps

 

 

https://es.wikipedia.org/wiki/Sadomasoquismo#/media/Archivo:Flogging_demo_folsom_2004.jpg

 


Según Anita Philipps, Freud y el psicoanálisis interpretan el masoquismo casi como una enfermedad mental o una disfunción. Es como si hubiesen hecho un juramento hipocrático por el que hay que curar cualquier dolor bajo toda circunstancia, sin cuestionarse si es deseable hacerlo. 

 

El masoquismo es presentado como una tendencia patológica y anormal surgida de una locura por parte de quien lo realiza, que se hace mal a sí mismo sin darse cuenta.


El masoquista es presentado como un mártir y un cobarde que se niega a luchar y que está desviado del desarrollo sexual normal. El masoquista es interpretado como alguien que se degrada a sí mismo para evitar el enfrentamiento o el conflicto con su pareja y que se somete para no encarar la situación de lucha de poder que vive. Es presentado como un adicto a algo a lo que está mal acostumbrado.


Anita considera que esta descripción del masoquismo como una aceptación voluntaria y enfermiza del sufrimiento es inadecuada puesto que el fin de él no es el dolor, ni buscar dolor porque alivie: su verdadera naturaleza es la búsqueda del placer. El placer es el fin último y, en primera instancia, es lo que dicta donde pararse. 

 

El masoquismo no es un recorrido descontrolado hacia el dolor hasta que no se pueda aguantar más. Lo que busca es el placer (las endorfinas que se despliegan como mecanismo de defensa ante ciertos golpes) y, cuando se logra, se para. Una persona que busque el placer a través del dolor sabrá cómo es el sufrimiento y lo controlará.


Después Freud alega que el masoquismo son rememoraciones de la infancia. Según Anita, esta descripción no se ajusta a la realidad, dado que los padres no realizan las cosas que les suelen hacer a los masoquistas (ser atado, amordazado, vestir cuero, sufrir flagelaciones...).


Anita entiende el masoquismo como la eliminación de la conciencia egoica. Anita parte de que la sexualidad es una actividad en pareja (aunque sea en fantasía) y su objetivo es alejarse de uno mismo al dar placer a otro, minando su ego. 

 

Si esto es cierto, entonces como el masoquismo elimina el yo de forma más profunda (al provocarse humillaciones y entrega temporal a otro bajo unas condiciones que deben ser obedecidas por la parte activa) es la forma más pura de sexualidad para Anita.


Personalmente, entiendo que la vida sexual no tiene por qué ser en una relación de pareja. La sexualidad parece tener un carácter simbólico (lo demuestra la diversidad de fantasías y orientaciones no unívocas existentes) y las fantasías no tienen por qué configurarse necesariamente en pareja. 

 

Hay que tener en cuenta las diferentes actividades sexuales individuales y que pueden existir de igual manera en experiencias masoquistas de algunas personas (autoflagelaciones, por ejemplo). 

 

Hay personas que se machacan a sí mismas y sienten cierto alivio y placer, que es el objetivo y la verdadera base de la sexualidad.

 

Técnicamente, el organismo activa endorfinas ante determinados grados de dolor, de forma que pueda protegerse.  Toda persona en solitario puede proporcionarse placer a sí misma por medio de una paulatina exposición a dolor auto-infligido y controlar el grado de forma que pueda conocer de primera mano la dosis exacta en la que logra la liberación de endorfinas, por medio del ensayo-error y la propia experiencia entre la exposición del dolor y la espera de la defensa del organismo.  

 

Sin menoscabo de recibir asesoramiento técnico y científico de médicos y especialistas.

 

 

Dialéctica del amo y el esclavo, y consenso sadomasoquista 

 

 

https://es.wikipedia.org/wiki/BDSM#/media/Archivo:Dominatrix_tying_up_man_1.jpg


 

Hegel entiende que en un momento del desarrollo de cierta figura de conciencia, en concreto de la autoconciencia, sólo puede llegar a un estadio pleno de ese proceso, la conciencia sólo puede ser conciencia de sí (ser consciente y tener conocimiento del objeto) y conciencia para sí (tener conciencia de ser un ser consciente, de ser un sujeto cognoscente autónomo y libre), si es reconocido por otra autoconciencia, sólo puede aseverar que es un sujeto, y no un objeto, si otro sujeto le reconoce como tal.


Entonces se produce un enfrentamiento entre dos conciencias, puesto que ninguna de las dos pretende reconocer a la otra, puesto que eso sería reconocerse como ser frente a un sujeto, es decir un objeto, objeto de observación y de conocimiento. 

 

Es decir, decir que el otro es libre y el esencial, que está frente a mí y, por tanto, es diferente de mí; y si él es el esencial, yo que no soy él, me reconozco como su opuesto no esencial. 


En dicho enfrentamiento se juega la vida, mostrando que se entiende como más importante la libertad que la vida meramente biológica y se muestran en un estadio de mayor excelencia humana o racionalidad. 

 

Llegado a un punto, o mueren ambos, o se queda sólo uno y se disuelve la posibilidad del reconocimiento; o se desdobla la conciencia.  

 

Es decir, uno de los dos seres del proceso dialéctico se rinde, mostrando que valora más la vida que la libertad –presentándose así como inferior en cuanto figura de conciencia, rebajado a una condición similar al objeto, del que se presta como siervo-, convirtiéndose en siervo, que se ve obligado a reconocer al otro como su amo y como el ser esencial y libre, del que tiene que basar su conciencia y su vida como ideal y finalidad.


No hay reconocimiento recíproco, el siervo reconoce al amo por la fuerza y el amo, satisfecho por no ser tratado como objeto y ser reconocido como sujeto esencial del que tendrá que basarse el mundo, trata al siervo como un objeto, como un instrumento y medio para su desenvolvimiento personal

 

Aunque dicha situación luego le servirá al siervo para superar la conciencia, al trabar mayor conocimiento del mundo, al tener un trato directo con él en el trabajo, en el que elabora, transforma, expresa su individualidad en el mundo y lo crea. 

 

En esta relación, en principio, ambas partes pierden: el amo acaba en un impasse existencial y el esclavo es sometido contra su voluntad (hasta que, al final, encuentre su pleno desarrollo por otros medios, por medio de una actividad que no tiene que ver de por sí en la relación entre amo y siervo).

 

Sin embargo, en un trato consensuado sadomosaquista entre iguales habría un mutuo reconocimiento entre sujetos y se podría satisfacer los intereses de ambas partes, que acordarían un compromiso en el que los dos sujetos podrían cumplir sus necesidades por medio de tomar como límites lo que se acuerde previamente y que dé gratificación a ambas personas.  

 

Los compromisos suponen que se tenga en cuenta a dos contratantes, por admitir que se tiene que llegar a un acuerdo en el que se trata al otro como sujeto y un fin en sí mismo, nunca un medio o un objeto. Los contratos son una forma de establecer y reconocer que hay dos sujetos, dado que ambas partes admiten que deben ceder igual porque se encuentran con seres que nunca deben ser utilizados. 

 

Ellos suponen que hay seres con los que hay que llegar a tratos entre iguales, sin forma alguna de que nadie sea tratado como objeto e instrumento para los fines, sino más bien un fin en sí mismo reconocido y con el que hay que establecer normas consensuadas. Es un trato entre iguales, reconocimiento mutuo de sujetos.



Bibliografía y webgrafia:

 

-Flores, Javier 2013: “Masoquismo: dolor y placer en el cerebro”. Muy Interesante. [consultado el 16 de marzo de 2022]: https://www.muyinteresante.es/salud/sexualidad/articulo/masoquismo-dolor-y-placer-en-el-cerebro

 

-Gorbett, Zaria  2015: "¿Por qué puede ser placentero el dolor".  BBC.  [consultado el 17 de mayo de 2021]: https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/10/151004_vert_fut_dolor_placentero_yv

 


-Phillips, Anita 1998: Una defensa del masoquismo.  Barcelona:  Alba Editorial.

 

-Ramírez, Arturo  2008: "¿Por qué algunos dolores físicos causan placer?".  El tiempo.  [consultado el 17 de mayo de 2021):  https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-4087815

 

-Wiseman, Jay  1996: BDSM.  Introducción a las técnicas y su significado.  Barcelona: Edicions Bellaterra.


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